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La vuelta al cole es un momento emocionante. Pero a muchos niños les puede causar estrés y ansiedad: incluso niños que suelen ser fáciles de llevar pueden experimentar nervios, y los que tienen algo de ansiedad pueden estar más excitados e inquietos de lo habitual. Los padres también sienten esa incomodidad. Dejar a un niño llorando a las puertas del centro escolar es difÃcil para todos.
Con la persistente pandemia de Covid-19, y el aumento de los casos de contagios, hay mucha incertidumbre sobre la seguridad de nuestros hijos en la escuela, especialmente los menores de 12 años que aún no pueden vacunarse. Con el uso opcional de mascarillas, muchos padres y niños se sienten más nerviosos que de costumbre por volver a las aulas este año.
, Director de Formación en PsicologÃa en el Huntsman Mental ÈËÆÞÖгöÊÓÆµ Institute, (HMHI), ofrece su experiencia sobre los signos de ansiedad en niños y adolescentes, cómo diferenciar los nervios tÃpicos frente a un problema serio de ansiedad, y lo que padres y cuidadores pueden hacer para ayudar a sus pequeños a afrontarlo.
"Observe posibles cambios en el comportamiento", dice Powers. "Los grandes cambios en el comportamiento de su hijo son una clara señal de que tiene problemas o necesita ayuda".
Powers explica que comportamientos como la falta de atención, el alejamiento de los amigos, la familia y las actividades, estar más lloroso o menos alegre de lo habitual, la dificultad para dormir (o dormir demasiado), la pérdida de apetito (o comer en exceso) o el aumento de la irritabilidad, son algunas señales de que sus hijos puede estar experimentando niveles de estrés poco saludables.
También hay sÃntomas fÃsicos, como respiración acelerada, dolores de estómago, sensación de mucho calor, músculos tensos, diarrea o necesidad de ir al baño más de lo habitual.
"Con la vuelta a las aulas, estos sentimientos de ansiedad o depresión pueden ser temporales. Es importante mantener una conversación abierta y continua con su hijo o hija, hacerles preguntas para saber cómo se sienten y ver si es necesario buscar ayuda o apoyo adicional", dice Powers.
Powers recomienda utilizar preguntas abiertas en lugar de preguntas de tipo "sÃ/no" para hacer que su hijo o hija hable. Sugiere que lo más importante es centrar las preguntas en cómo se sienten los niños. También puede ser útil relacionarse con sus sentimientos para demostrar que usted entiende por lo que está pasando. Aquà tiene algunas preguntas directas y abiertas que puede hacerle a sus hijos si siente que les está pasando algo.
Evite la pregunta "¿estás preocupado?". En su lugar, pregunte: "¿Cómo te sientes con respecto al comienzo del cole?".
Ya sea por el estrés del COVID o por la ansiedad general por la aceptación social, es normal que los niños y los padres experimenten ansiedad y estrés al comenzar el nuevo curso escolar. La escuela y las relaciones sociales son una parte importante de la vida de un niño y el comienzo de un nuevo año escolar introduce un gran número de cambios. Esencialmente, está empezando de nuevo. ¿Cómo no preocuparse por entrar en un aula nueva con nuevas experiencias?
Powers tiene algunas ideas para aquellos que tratan de lidiar el regreso a la escuela, que también son útiles para los adultos que vuelven al trabajo o los estudiantes en edad universitaria que vuelven al campus.
Las preocupaciones más comunes que pueden sentir los niños son: ¿les seguiré gustando a mis amigos? ¿Quiénes serán mis profesores y les caeré bien? ¿Seré capaz de sacar buenas notas bajo la nueva presión? También pueden sentirse nerviosos por el nuevo entorno, la nueva aula, la nueva estructura y las nuevas rutinas. El estrés añadido si es un año de transición -de la escuela primaria a la intermedia, de la intermedia a la secundaria y de la secundaria a la universidad- crea toda una serie de preocupaciones que pueden ir desde "dónde almorzaré" hasta "estaré seguro en este nuevo entorno".
Como padre, usted siente la responsabilidad de preocuparse por sus hijos. Ayudar a su hijo o hija a superar sus preocupaciones puede parecer un factor de estrés parental añadido. Estar cerca de un padre que también está ansioso y preocupado puede hacer que los niños y jóvenes estén más nerviosos y estresados. Powers recomienda gestionar sus preocupaciones para que pueda ser un mejor apoyo emocional para su hijo:
Si su hijo tiene problemas de ansiedad o estrés, hay formas de ayudarle, como proporcionarle apoyo emocional, trabajar juntos en estrategias prácticas, y buscar ayuda profesional si es necesario. Estas son las sugerencias de Powers para ayudar a su hijo a sobrellevar la situación: